Con una inversión de 1.428 millones de pesos, el Instituto Caldas disfruta ahora de una biblioteca que deja atrás el concepto tradicional y se convierte en un espacio atractivo en el que estudiantes, docentes y hasta padres de familia podrán leer y efectuar consultas sobre todos los temas de su interés.
En una ceremonia en la que cayeron del cielo mariposas amarillas –como si se tratara de un pasaje de Cien años de soledad–, el presidente de la Junta Directiva de la Universidad UNAB, Rodolfo Mantilla Jácome; el rector Juan Camilo Montoya Bozzi, y la rectora del Instituto Caldas, Alejandra Garcés Rangel, dieron al servicio una moderna estructura de 225 metros cuadrados.
Está dotada con 6.200 libros, materiales didácticos en 3D, textos básicos y especializados, más 60 millones de pesos en nuevas adquisiciones de acuerdo a los planes lectores trazados por los profesores, las sugerencias de los mismos usuarios y propuestas de los fondos editoriales que participan en Ulibro. También contarán con acceso libre a las más versátiles colecciones y bases de datos de que ya dispone la UNAB.

El director del Sistema de Bibliotecas de la Universidad UNAB, Alexis Eduardo Barreto Montenegro, explicó que se dio el salto monumental de una biblioteca estática y convencional con estanterías al estilo de una caja de libros dentro de un salón de clases adecuado para tal fin, a un escenario tanto cómodo como digno para su apoyo académico y el enriquecimiento de sus saberes.
Como Centro de Recursos para la Enseñanza y el Aprendizaje (CREA) este es un espacio que invita a la innovación y la creatividad de párvulos, niños, jóvenes y adultos. Además, está rodeado de árboles y espacios verdes e incluso cuenta con un tobogán que aporta a la diversión y a la salud mental de nuestra comunidad, manifestó Barreto Montenegro, quien agregó que se romperán paradigmas con actividades como clubes de lectura infantil los días sábado, dirigidos tanto a los alumnos como a los vecinos de la Institución ubicada en el sector del Portón del Tejar.
Adicionalmente, está concebida como una desconexión de los aparatos celulares y una alternativa para el aprovechamiento del tiempo libre. Funciona de lunes a viernes entre las 7 de la mañana y las 4 de la tarde, con un horario adicional para “Me contó un pajarito”, los sábados de 10 de la mañana a 12 del mediodía.
Según Barreto Montenegro, el sistema de clasificación de los libros será muy sencillo e intuitivo, organizados por áreas temáticas que comprenden desde sistemas, filosofía, ciencia política, economía, derecho, educación, comercio exterior, gramática, lingüística, ciencias puras y ciencias aplicadas, geografía e historia, hasta gastronomía y literatura, tanto en español como en inglés.

Un espacio maravilloso en el Instituto Caldas
El presidente de la Junta Directiva expresó su alegría por compartir en este ambiente tan bello de libertad, de estudio y de progreso que significa el Instituto Caldas y recalcó que “no sobra recordar la razón de ser y las motivaciones que tuvieron sus fundadores, quienes entendieron que la educación de un país es algo esencial, pero la educación tiene que ser un acto de libertad, de pensamiento autónomo, de posibilidad de ser una educación incluyente”.
Mantilla Jácome recordó las difíciles circunstancias sociopolíticas en que fue fundado el Instituto Caldas hace más de siete décadas y aseveró que el objetivo a corto plazo es convertirlo en modelo a nivel regional y luego nacional por su educación laica, de pensamiento libre, de formación de los estudiantes con criterios racionales para que desde el comienzo puedan tener su propia autonomía y su propio gobierno.
“No fue construido el Instituto Caldas para introducirles en el alma a los niños y a las niñas dogmatismos ni creencias por fuera de la racionalidad y del buen criterio”, dijo Mantilla Jácome, agradeciendo la acogida que ha brindado la ciudadanía, y subrayando que “no hay nada más importante en la vida de un ser humano que los libros y la biblioteca. No se podría entender nunca una academia sin biblioteca”.

A su turno, el rector Montoya Bozzi agradeció a su equipo directivo “por toda la buena energía que se le puso a este proyecto, acogiéndolo y poniéndole el cariño y el esmero para que este sea un lugar muy especial que eleve aún más el nivel de calidad del Instituto Caldas”.
Invitó a los docentes y estudiantes para que no solo aprovechen al máximo el espacio interior de la edificación, sino que se inventen actividades y dinámicas alrededor de este nuevo lugar del Campus propicio para conversar y jugar, ya que el área total intervenida durante cuatro meses fue de 700 metros cuadrados, según las cifras proporcionadas por Andrea Amaya Ibáñez, jefe de Planta Física de la Universidad UNAB.
“Esta Biblioteca es la materialización de nuestro modelo educativo, que va más allá de lo que es solamente enseñar un conocimiento. Nosotros enseñamos a pensar y a desarrollar el pensamiento creando conexiones y teniendo una inspiración transformadora que es lo que hacemos todos los días en el aula y fuera de ella. Que éste sea el escenario donde nuestros estudiantes descubran su pasión por el conocimiento y, sobre todo, construyan el futuro que tanto sueñan”, dijo la rectora Alejandra Garcés.
En la ceremonia también estuvieron presentes delegados de las Secretarías de Educación tanto municipal como departamental, así como el nuevo personero y vicepersonero estudiantiles Camilo Andrés Arango Vanegas y José Alejandro Cudris Jaimes, respectivamente, al igual que la docente Alba Gisela Afanador Díaz, quien habló de la magia de la lectura y de los libros que nos hacen soñar.
“Juventud el estudio nos llama, con sus lenguas de fuego y amor, es la vida una mística flama y es el libro su lumbre mejor”, dice el himno del Instituto Caldas (fundado en 1952), el cual subraya que cada instante que pasa es de oro y estos tiempos muy pronto se van… Así que sigan volando las mariposas amarillas para que Macondo y ‘Gabo’ cobren vida.