El Instituto Caldas fue escenario de una jornada educativa distinta, estudiantes de los grados décimo y undécimo exploraron el conflicto armado colombiano desde una perspectiva poco convencional. A través del videojuego Operación Camaleón, los jóvenes se sumergieron en testimonios reales de víctimas y excombatientes, gracias al proyecto Testimonios de Paz.

Testimonios de Paz
Los estudiantes participaron en este socialización del proyecto y compartieron sus experiencias sobre este. / Foto Andrés Acosta

Esta iniciativa, financiada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, es liderada por un equipo interdisciplinario de la Universidad de Antioquia, Universidad Industrial de Santander, Francisco de Paula Santander y la Institución Universitaria, busca enseñar sobre reconciliación y memoria histórica con una metodología innovadora, la gamificación.

La gamificación es el uso de elementos propios de los juegos en contextos no lúdicos, como la educación, para motivar, facilitar el aprendizaje y promover la participación activa. En el caso de Operación Camaleón, este enfoque permite que los estudiantes se conecten emocionalmente con la historia reciente del país.

“Contar los testimonios, contar lo que ha pasado es muy importante para construir la memoria histórica de las comunidades. Es una manera de lograr que la gente cuente sus historias dolorosas sin que sean revictimizadas. Y que se conozca su historia es una manera también de reconocer la dignidad de esas personas. Por un lado, sean víctimas o victimarios del conflicto”, afirmó Andrés Vergara Aguirre, coordinador del proyecto y docente de la Universidad de Antioquia.

Esta herramienta de aprendizaje, disponible en testimoniosdepaz.co, utiliza dinámicas de juego como retos, decisiones y escenarios interactivos en 360° para presentar historias de cuatro personajes que representan diferentes actores del conflicto: un civil, un militar, un paramilitar y una guerrillera. El jugador toma decisiones que afectan el rumbo de la historia, promoviendo así la reflexión crítica y la empatía.

“Esto nos llevó hace más de dos años a plantear esta idea y a cubrir todos los desafíos para poder llegar a lo que es Operación Camaleón. Empatizamos con los jóvenes, identificamos sus necesidades formativas, desarrollamos prototipos, hicimos pruebas con estudiantes y logramos una versión que ya está disponible en línea”, explicó Luis Eduardo Bautista Rojas, diseñador industrial y coinvestigador del proyecto.

Los testimonios fueron recolectados en municipios afectados por el conflicto en Antioquia, Santander y Norte de Santander, incluyendo casos de secuestros, masacres, reclutamientos forzados y desplazamientos. La narrativa del juego condensa estas vivencias y las convierte en un recurso educativo de alto impacto. La visita al Instituto Caldas incluyó una socialización con los estudiantes, quienes no solo jugaron, sino que también reflexionaron sobre el significado de la paz, el perdón y la importancia de conocer la historia reciente del país.

“Los chicos no han vivido de cerca el conflicto armado. Estas historias los confrontan y realmente los llevan a cuestionarse sobre la necesidad de evitar que este conflicto se perpetúe. Lo han recibido bastante bien porque es una forma mucho más atractiva de aprender y, sobre todo, de aprender para su formación personal”, afirmó Bautista Rojas.

Además del juego, el proyecto promueve actividades complementarias como murales colaborativos, juegos de roles, escritura de cartas a víctimas y trivias interactivas, que fortalecen el pensamiento crítico y la comunicación asertiva entre los estudiantes.

“A partir de la comprensión de lo que es el conflicto, buscamos que ellos tengan empatía por esos actores del conflicto. Es decir, que los reconozcan como seres humanos inmersos en unos conflictos. Y a partir de ahí, ellos también sepan lo importante que es, primero, las oportunidades que tienen, las aprovechen bien. Y segundo, pues la idea que buscamos con Operación Camaleón es que estos jóvenes se conviertan en actores de paz, en ciudadanos de paz en el futuro”, concluyó Vergara Aguirre.